En el mercado existen tantas filosofías de inversión como inversores hay operando, pero a grandes rasgos podemos distinguir dos corrientes principales: Una de ellas es la gestión activa que se basa en la creencia de que los mercados financieros en muchas ocasiones no reflejan correctamente el precio de sus activos financieros ya sea sobrevalorándolos o infravalorándolos, lo que presenta oportunidades de inversión para el inversor  que esté “al quite” de dichas oportunidades.

De esta forma, el inversor que detectara todas esas oportunidades, conseguiría conocer sistemáticamente al mercado. La otra forma de inversión es la gestión pasiva, que indica que pese a ser cierto que el mercado incurre en dichos fallos, son tantos los imponderables que afectan a su evolución que pretender conocerlo y batirlo sistemáticamente es una quimera.

Un inversor a veces ganará al mercado pero en otras perderá y el resultado medio a largo plazo será que dicho inversor ha conseguido una rentabilidad similar a la evolución del propio mercado.

¿Qué son los fondos indexados?

A día de hoy podemos decir que existe evidencia empírica (datos históricos) de que, en media y a largo plazo, los fondos indexados tienden a batir a los fondos de gestión activa en los grandes mercados de acciones y bonos. Solo una pequeña proporción de los fondos de gestión activa logra cumplir con su objetivo de «batir al índice» de manera reiterada a largo plazo.

Los fondos indexados son fondos de inversión que en su constitución intentan emular la composición de un índice bursátil, es decir, invierten su capital en las mismas compañías que forman parte de dicho índice y cada compañía tiene un peso o ponderación sobre el capital total de esa cartera igual al del índice.

Más fácil: los fondos indexados son una recreación “en miniatura” –en cuanto a capital invertido- de los índices bursátiles de referencia ( S&P 500, Euro, Nasdaq 100…) para tratar de imitar su comportamiento de forma fidedigna y captar las rentabilidades que ofrece el mercado.

¿Cuáles son sus ventajas?

Los fondos indexados tienen muchas ventajas, especialmente para inversores poco experimentados que se lanzan por primera vez a la inversión bursátil

  • Son fáciles de entender: Si un inversor sabe que es un índice bursátil, las compañías que lo integran y el peso de cada empresa en el índice, sabe perfectamente cómo es el fondo indexado basado en ese indicador bursátil y lo que puede aportarle. 
  • Son fondos transparentes: al tratar de replicar al mercado te ofrecerán rentabilidades iguales a la de este menos un pequeño coste en forma de comisiones que cobran. 
  • Los fondos indexados hacen lo que dicen y dicen lo que hacen, dentro de la incertidumbre que es estimar cuáles serán las rentabilidades futuras del mercado. Finalmente, son instrumento de inversión muy baratos. 
  • Menos costes: Un gestor de un fondo indexado no tiene que estar continuamente haciendo y deshaciendo posiciones en activos, como sucede en la gestión activa, y construye la cartera imitando al índice de referencia. Esto hace que los costes sean menores que los que tiene un fondo de gestión activa, lo que hace que se cobren menos comisiones. Así, un menor coste se transforma en rentabilidad adicional para el cliente.

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